miércoles, 8 de junio de 2011

La Noche Estrellada, El Frío de mis Pies.



Como mi canción favorita que se repite y se repite, esa sensación de soledad que poco a poco invade mi piel, pues las mas grandes añoranzas de sentir fundir mi cuerpo y mas que mi cuerpo, mi alma con la de alguien mas, sepultan viva la vela de la paz y mi tregua con la marginada culpa de encontrar acompañante de vivencias. como el clavo en la pared que en sueños taladra mi cerebro para abrirlo y averiguar que hay dentro, si una luz inmensa o la mas innecesaria oscuridad. -¿que hay dentro de ti?- le pregunta mi mano izquierda a mi pecho, mi dedo medio cerca de la circunferencia del pezón y la palma sintiendo el vibrar y el latido de mi débil corazón. Y nadie responde, solo una marejada de silencios que invaden mi habitación, a lo lejos el ladrar de un perro y cerca el televisor se encarga de oprimir el mas vago destello de inspiración.

Entonces me pregunto si será tristeza lo que siento. --Es decepción-- se escucha en un rincón, ¿será anhelo? ...no, no es anhelo, no es decepción, seguramente es el frió que la cortina permite atravesar por mi ventana, es posible que la vela emocional en mi no detecte cierto patrones que me orillan a la cotidianidad, pero de repente me descubro realizando los sueños perversos y cometidos de aquellos que prefieren no sentir, que ser amados. La cruda realidad golpea la sabana negra que cubre mi cama, esa con la que abrazo los deseos fortuitos y maquiavélicos de quien solo desea penetrar mi libido y salir huyendo, su pasión no es sincera pero su intención quiere apuñalar mi deseo.

No es como esas novelas, esas donde los escritores saben el final antes de escribirlo, pero ¿que momento de la vida es predecible? ¿cuantos cuerpos inertes hay detrás de las sonrisas que deambulan en las calles? sentados a mi lado, parados frente a mi y guardando la última navaja del día para mi espalda. No es de sorprenderse que el mismo sol se manifieste contra nosotros, pequeños juguetes capaces de deshacer su propio porvenir, podría llevarme una vida entera tratando de comprender porque nos saboteamos y saboteamos a los demás, pero saber porque me saboteo y dejo a los demás sabotear en mi contra puedo.

Sería mas fácil si existieran un par de teclas, un simple "Ctrl - Alt - Supr" sería suficiente, "resetear" y volver a comenzar, pero no es la melancolía humana directamente proporcional a la necesidad de aprender unos de otros, a no cometer los mismos errores, ¿y que hay de las fantasías? esas que sin mas ni mas abaten contra los raciocinios y el impulso del modernismo estructural, de donde parten las grandes ideas y los mas locos sueños y pesadillas, podría ser inevitable querer aprender a crear fantasías de las fantasías, mundos insoportables para el entendimiento humano, la añoranza y la apatía dejarían de ser una prioridad para el enfado general de las personas, si tan solo por un instante nos uniéramos en un sueño, un fin común, el amor estaría a la puerta de la esquina, estaría mas que lista la daga de la paz para atravesar uno a uno nuestros corazónes... ¿pero que queda? ...esta noche no lo se, esta noche no se si sienta algo mas que el frió de mis pies que se cuela por la ventana, esta noche me queda claro que lo único claro es que debo dejar de aclarar mi mente, para dejar de permitir a tu recuerdo invadir mi sueño.

Y contemplar en paz la noche estrellada.