martes, 13 de julio de 2010

Tener que Olvidar.


Sólo por un momento me detuve a sentir el latido de tu corazón, es algo que atesoraré por siempre, sólo por un momento abracé tus sueños y tu respiración sonaba tan tranquila, como la respiración de un niño, sólo por un momento detuve el tiempo y no quería que siguiera, sólo por un momento aprecie tu gran dulzura, tus encantos y tu belleza, esa belleza que jamas será mía, que jamas lo fue y que no tendré.

Al anochecer el sonido sordo del silencio llenaba mis ojos de melancolía, sabia que era el final y respiré la noche mientras soñabas a ese ser especial que no seré yo, abrace mis miedos y mi amor por ti, solté rienda a mis deseos y percibí tu olor, antes de eso tomaste mis manos y las acercaste a tu pecho, dulce sensación de seguridad, sensación de continuar a pesar de ti.

El decir adiós es doloroso así como aprendo a tomar fuerzas de mi propio ser, si, un tanto dramático o fatalista, como sea que sea mis sentimientos por ti no cambian, madurar es difícil como tener 3 años y deshacerte de tu juguete favorito, pero aprendes, aprendes que en la vida hay quienes se enamoran y hay los que enamoran, no hay certeza de que haya para mi en el camino, pero cuando logro alcanzar una pizca de felicidad se me es arrebatada como el mar arrebata al agua del rió, podría cenar con los ángeles, podría cenar con el diablo, hacer el mundo perfecto a tus ojos y robar la luz de la Luna para entregarla a ti, pero ni eso deseas.

Odio no ser quien quieres que sea, odio no tener la fuerza de enamorarte, odio no poder cambiar las cosas y descubrir que no fue ideal conocernos, odio tener que decirte: "adiós", cuando lo que quiero decirte es: "hola", odio no poder acumular el dolor y hacerme inmune a el. Odio no tomar tus manos mas y estrechar tus ideales...

Odio tener que olvidarte cuando lo que quiero es recordarte.